Construído quizá
por Muhammed IV (1325-1333), aunque también se le considera al sucesor de éste,
a Yusuf I, su constructor. Es uno de los tres palacios y el primero construído
de los que componen la Casa Real, junto con el Palacio de Comares y el Palacio
de los Leones.
El Mexuar y el
Oratorio eran dos estancias utilizadas para diferentes fines. El Mexuar para
las reuniones del Consejo de Ministros y el Oratorio, el espacio reservado para
la oración.
El Palacio consta
del Jardín de Machuca, la sala del Mexuar y el Patio del Mexuar.
El Jardín de
Mahuca presenta una galería de arcos y una torre, la de Mahuca, en un jardín
con trazado geométrico. Pedro Machuca fue el arquitecto que contrató Carlos V
para la consrucción de su Palacio. En la Torre que lleva su nombre es donde
residía éste.
Es la sala del
Mexuar. Era la audiencia y justicia para casos importantes.
Tenía una cámara
elevada cerrada por celosías donde se sentaba el sultán a escuchar sin ser
visto. No existían las ventanas laterales. Tenía el techo abierto en su parte
central. Al fondo, una pequeña habitación desde donde se divisa el Albaycín.
Parte superior con un friso escrito. Es un oratorio. A continuación se entra en
un patio con fuente en el centro y una cámara a la izquierda.
Debe su nombre al
término árabe Maswar, lugar donde se reunía la Sura o Consejo de Ministros.
También era el lugar o la antesala donde el Sultán impartía justicia.
Esta estancia
debió pertenecer a una estructura anterior al Palacio de Comares y al de Los
Leones, probablemente al construido por Isma’il I (1314-1325) y ha sufrido
numerosas transformaciones.
La decoración fue
adaptada por Yusuf I (1333-1354) y posteriormente por Muhammad V en su segundo
mandato (1362-1391), ambos responsables respectivamente de los dos Palacios de
la Alhambra que mejor se han conservado.
Originalmente
tenía un cuerpo central de linterna que le servía de iluminación cenital y de
la que sólo subsisten las cuatro columnas y sus entablamentos. En el siglo XVI
se modifica todo el espacio para añadirle una planta superior y transformarlo
en Capilla.
Entre las
radicales modificaciones de la sala destaca por su curiosidad la del friso
epigráfico de yesería que discurre por encima del zócalo alicatado. Procedente
del desaparecido Pórtico del Patio de Machuca se colocó en el Mexuar por
artesanos moriscos, en lugar de las típicas almenillas, con una clara intención
simbólica: «El Reino es de Dios. La fuerza es de Dios. La Gloria es de Dios».
Esta inscripción venía a reemplazar a las jaculatorias cristianas: «Christus
regnat. Christus vincit. Christus imperat».
El Oratorio. A lo largo del día
todo buen musulmán debe realizar cinco oraciones. Para ello cualquier lugar es
adecuado, aunque existen en las medinas, mezquitas y oratorios a disposición
del creyente. En la Alhambra, además de la Mezquita principal, existen varios oratorios
pequeños para uso del Sultán, su familia y la corte.
A este oratorio se
accedía originalmente por la galería de Machuca. El nivel del suelo estaba
situado a la altura del poyete junto a las ventanas y fue rebajado el pasado
siglo para facilitar su visita. Las ventanas permitían al creyente, sentado en
el suelo y con el brazo apoyado en el alféizar, divisar el paisaje y meditar
sobre la grandeza de la naturaleza y la creación divina.
La explosión de un
polvorín en 1590 arruinó toda la estancia, que fue restaurada en 1917. Las
inscripciones contienen una cita del Corán y laudatorios de Muhammad V, entre
otras. Entre ellas se lee: “Ven a la oración. No seas de los negligentes”.
El Patio del
Mexuar es una estancia abierta, con una pequeña “fuente” en el centro, con dos
fachadas enfrentadas, una con tres arcos que pertenece al Palcio del Mexuar y
se accede al Cuarto Dorado, y otra que es la de Comares y da acceso al Cuarto
de Comares. Este patio por tanto, sirve de medianería y acceso al Palacio adyacente
de Comares.
El Cuarto Dorado
se doró con pan de oro en época cristiana, en su día se utilizó para reuniones
del Tribunal de Justicia y para recibir embajadores.
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