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viernes, 6 de diciembre de 2013

Los Romanos en Jaén.


La ciudad de Jaén fue un importante enclave romano desde el año 207 a.C. cuando Publio Cornelio Escipión se la arrebato a los cartagineses en el contexto de la 2ª Guerra Púnica. Muy apreciada por su fertilidad, sería convertida en municipio con derecho latino por Vesparsiano ya durante el Imperio Romano.

Aurgi, después de haberse aliado con los cartagineses y haber resistido al ejército romano, debió de estar entre las ciudades de tipo estipendaria, sometida a una fuerte presión fiscal, a una dura explotación económica y a la ocupación de tropas romanas.La administración romana, con sus numerosos funcionarios, unos itálicos y otros indígenas afectos a Roma, fue realizando poco a poco la romanización de la zona, la extensión del uso del idioma latino entre los indígenas, y la adopción de usos y costumbres romanos, perdiéndose con el tiempo los propios.

Entre los municipios latinos con la denominación de "municipium Flavium" están Aurgi(Jaén), Baesucci(Vilchez), Vivatia(Baeza) y Sosontigi(Alcaudete).

Sobre el año 212 el Emperador Caracalla, decidió que Aurgi pasara a ser "Municipium" y sus habitantes ciudadanos romanos de derecho latino. En honor de los emperadores de la dinastía, se llamo Aurgi Municipium Flavim.

En el castizo barrio de La Magdalena es donde han aparecido la mayor parte de las inscripciones y restos romanos, por lo que sería el espacio donde posiblemente se ubicaría la ciudad flavia.

En este barrio encontramos restos de muralla en los alrededores. El viario del "municipium" se configura octoginal, formando manzanas de diversos tamaños; sus vías principales son el "cardus maximus", orientado de norte a sur(lo que serían hoy las calles Magdalena y Martínez Molina) y el "decumanus maximus" de este a oeste, la actual Santa Úrsula. El abastecimiento de agua a la ciudad se resuelve constuyendo un "aqueductus". Su presencia en la ciudad se constata desde la época de los 70 en la zona conocida como Senda de los Huertos, momento en que fue demolido a consecuencia de la expansión de la moderna ciudad de Jaén. Cruzaba el Barranco de los Escuderos y suministraba el valioso fluido a las fuentes públicas y a los edificios principales a través de conducciones. Las excavaciones arqueológicas descubrieron diversas losas de piedra caliza cuadradas y de mármol, bajo el actual patio de la iglesia de la Magdalena, que sin duda corresponderían a las distintas salas de estos baños o "termae".

Sobre el Jaén romano, están actualmente la Parroquia de la Magdalena, el Convento de Santa Úrsula, el Hospital Viejo, el caserío circundante y algunos solares.

En otro extremo de Jaén, junto a la Senda de los Huertos y el Puente de Santa Ana, había también unos arcos muy antiguos, que eran  considerados como restos de un acueduto romano. También lo que hoy es el cuartel de la Guardia Civil en la carretera de Cordoba, se encontraron importantes restos, pero la construcción del edificio hizo imposible nuevas exploraciones.

Como principales restos y elementos arqueológicos puedo citar: La Alameda y las termas, la fuente de la Magdalena, el acueducto romano, diversas villas romanas por la zona de Marroquies Altos y diversas esculturas romanas encontradas por la zona de la plaza de la Magdalena.

La economía aurgitana se basó principalmente en la agricultura. Las numerosas villas y asentamientos romanos cuyos vestigios aparecen repartidos por toda la comarca, nos muestran que la época romana, la agricultura, estaba muy explotada en toda la campiña y alrededores de Aurgi. La trilogía mediterránea, trigo, olivo y vid eran tambien en aquel tiempo la principal producción del campo de nuestra tierra y la principal ocupación de sus habitantes.

Se dice que la extensión del olivar en Jaén se produjo en el siglo XIX, esto es verdaderamente cierto a media, aunque en esta época se propago el cultivo del olivo hasta casi convertirse en monocultivo, en tiempos romanos se cultivaba también en gran abundancia. Dan testimonio de ello las numerosas piezas encontradas en Jaén relacionadas con la fabricación de aceite que se pueden visitar tanto en el Museo Provincial de Artes y Costumbres Populares, e incluso en poblaciones como Alcalá la Real. El aceite se exportaba a Roma y otro lugares a través de los puertos de Corduba, Hispalis y Malaca. El aceite era transportado en ánforas de gruesa cerámica, de las que también se conservan abundantes muestras en todos los museos, y de cuyos restos hay formado en Roma un montículo que por el origen de los materiales se llama "Monte Testaccio".


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